martes, 21 de octubre de 2008

El Alienamiento escolar


Nos es grato anunciar el comienzo de nuestro Blog, en primer lugar diciendo que nos sentimos honrados ante tu visita. Aquí mostraremos los desperfectos de un grupo de "intelectuales" que han sido los culpables de una educación terriblemente nefasta y llena de graves y serios problemas.


El Alienamiento escolar

La promesa que nos delegaban hombres ilustrados como Voltaire, revolucionarios como Honoré Gabriel Riqueti o apasionados creyentes en la raza humana como Owen ha fracaso estrepitosamente.

El sueño de la igualdad y del nacimiento de una nueva sociedad se ha anclado en el fraternal abrazo de la cruda realidad. Este sueño vive ahora sus días más caóticos y corruptos, reflejo de ello es esta sociedad aniñada, necesitada de beber del control de “papa estado”, colmada de filtros auto-coercitivos impuestos por los mismos individuos que la forman. Ahora nos hallamos en el más absoluto y claro determinismo mental y situacional, convirtiendo al lobo de Hobbes en un mero cordero deseoso de ser parte del rebaño.

Este hecho pudiere ser ajeno al ámbito escolar para muchas mentes, pero nada más lejos de la realidad, este hecho ha marcado desde los miembros oficialistas hasta las elitistas estructuras intelectuales de la misma escuela, es por ello la creciente y defectuosa desaceleración que ha sufrido la escuela y los miembros docentes.

Nos encontramos por un lado, ante el más absurdo determinismo dogmático propio del clero cristiano medieval reflejado en una enseñanza programada y malformada, pero por otro lado en el más pueril paleo-cristianismo manifestado en una enseñanza “constructivista”.

Tanto una como otra erradas, unos por su exceso científico y los otros por su inhumanidad.

Me remito a Gorgías cuando entendía que el bien y el mal dependían únicamente de la cultura y de la capacidad argumentativa del individuo para defenderlo “lógicamente” y convencer a sus allegados de que su palabra es el “bien”.

Uno de los puntos iniciales de esta nueva enseñanza paleo-cristiana se ha visto imbuida en como han relegado la obviedad natural del genero humano y su afluencia social del mismo. Han olvidado, siguiendo los pasos de Platón, lo que es la tierra, renegándose a un mundo imaginario demasiado platónico para ser usado como base real. Ahora no traslucen a comprender la regla natural constante del género al que pertenecen ni la regla humana cambiante y fluctuante de toda civilización.

Esta neo-enseñanza ofrece elucubraciones no realidades, ofrece preguntas y buenas intenciones no soluciones, ante la imposibilidad de medir el conocimiento se encierran en la abertura completa de una imagen cristiana corderil donde “todos valemos y somos iguales” y donde afirman la ley antihumana de “no debemos competir ni compararnos entre nosotros somos diferentes, pero “iguales” cayendo en una contradicción sin fin.

Tal y como asegura Piaget, la labor del profesor ahora se remite al exclusivo papel de motivador de feria dentro de un ámbito ilógico e irreal. El docente es ahora más que nunca el “Fracaso-Éxito”, ya que si bien, con anterioridad podía excusarse en la falta de empeño del alumno, ahora es él el único y mero responsable de todo el triunfo y de toda la derrota, abandonándolo a su suerte y convirtiéndolo en el culpable de no motivar o motivar lo suficiente al alumno.
Palabra mágica que quemará las bocas y lenguas de todos los constructivistas, “motivar”, “motivar”, “motivar”, que junto al papel activo, son como los gritos del pueblo que por más que se griten no dejan de ser mentiras y demencias.

La motivación es el ardid idóneo para ocultar todos los defectos del profesorado y del constructivismo, ya que si algo falla se hará clara alusión hacia “la incapacidad del profesor para motivar”, si el alumno suspende, no es porque sea “torpe” o no quiera aprender, si no es porque el profesor no ha incitado a su deseo por aprender. Así pues, esta teoría y fórmula de entender la enseñanza se lava las manos diciendo que cualquier alumno se puede motivar, la clave en la tarea del profesor es encontrarla, por muy difícil que sea. Claro está, mientras encuentra una, veinte alumnos más están esperando a ser educados… abandonando el matiz irónico de mi última frase, lo considero una falacia y como bien decía anteriormente como teórico del género humano original en sí mismo es una mera artimaña para no afrontar los rotundos errores de los que goza esta nueva visión de la educación.

Con una mera excusa, el crepúsculo de estos intelectuales nos insta a golpear con dureza al docente incapaz de motivar a su alumnado, haciendo del maestro siervo de aprendices y del aprendiz maestro sin cualidades para serlo.

Por Pedro Vicario Lupiáñez

Como vemos en este vídeo, aquí se muestra la imagen actual que evita la competencia entre alumnos; Conferencia de José Moya. Salón de Actos CEP de Granada. Organiza CEP de Motril



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